Como pediatra especializada emergentología durante más de 20 años, ver a los niños enfermos y heridos dentro y fuera del departamento de emergencias puede ser difícil, pero es parte del trabajo. Saber que uno puede ayudarlos y ser capaz de hacerlos sentir mejor es la razón por la cual hacemos lo que hacemos. Lamentablemente, muchos de los niños que revisé presentaban lesiones prevenibles provocadas por peleas o agresiones resultantes de una situación de acoso o represalias. Necesitaba saber qué podría hacer yo para ayudar, para poner fin a este flagelo, y he pasado los últimos 10 años de mi carrera enfocada en esta problemática. Sin embargo, el acoso sigue siendo un misterio para muchos profesionales de la medicina.
En abril de 2014, presenté ante el Instituto de Medicina (IOM, siglas en inglés) y el Consejo de Investigación Nacional (NRC, siglas en inglés) la sesión de trabajo "Desarrollar las capacidades para reducir el acoso y su impacto en la vida de los jóvenes", patrocinada por la Administración de Recursos y Servicios de Salud (HRSA, siglas en inglés). Mi presentación se centró en la función tan importante que cumplen los profesionales de la salud en la prevención del acoso, ya que a menudo son los primeros en ver los impactos físicos y/o emocionales de la violencia interpersonal entre los jóvenes. Muchos profesionales de la salud tratan a los niños que sufren situaciones de acoso, pero no son conscientes de sus factores de riesgo y, lo que es más importante, sus consecuencias. El acoso es el resultado de una compleja interacción entre las personas y su entorno social más amplio, incluidos los miembros de su familia, los amigos, la escuela y la comunidad.
Los proveedores de atención médica están obligados a entender las causas de las lesiones interpersonales intencionales y abordar los antecedentes de manera apropiada. Sin embargo, con el fin de hacerlo de manera eficaz, los pediatras y demás profesionales de la salud deben enfrentar de forma proactiva el acoso infantil al crear conciencia entre los maestros, los administradores de las escuelas, los padres y los niños. Al exponer los casos para la promulgación de nuevas leyes y políticas que podrían abordar el acoso, además de fomentar la adopción de programas de prevención basados en pruebas, los profesionales de la salud pueden incluir esta problemática en el discurso de la salud pública.
El hecho es que los profesionales de la salud son vistos como líderes de sus comunidades y tienen un enorme potencial para promover la salud y el bienestar de los niños y los jóvenes. Por ejemplo, las familias confían en sus pediatras, en muchos casos más que en cualquier otro adulto fuera de la casa. Debemos estar a la vanguardia de la planificación de estrategias de prevención comunitarias y el desarrollo de asociaciones multidisciplinarias con líderes y profesionales de la comunidad para promover el bienestar de los niños y las familias más allá de aquellas personas con las que ya tenemos relaciones más estrechas. El acoso ocurre en cualquier lugar donde los niños y los jóvenes se reúnen, aprenden y se relacionan con los demás. No se limita a las áreas de recreación o a los vestuarios de las escuelas secundarias. Es por esto que los pediatras, asistentes médicos, enfermeros y funcionarios de salud pública deben involucrar a una variedad de partes interesadas en la prevención del acoso.
Nuestra sociedad ha normalizado el acoso como parte del proceso de crecimiento. Sin embargo, los pediatras reconocen que el acoso no es un hito del desarrollo, ni debe ser tratado como tal. Los pediatras en particular, tienen una larga trayectoria en la prevención de la violencia entre los jóvenes. En 1999, la American Academy of Pediatrics (AAP) publicó una declaración de política detallada que describía la importante función de los pediatras en la prevención de la violencia entre los niños y los jóvenes. Si bien la concientización sobre la violencia juvenil se ha incrementado en los últimos años, en gran parte debido a trágicos tiroteos en las escuelas, los resultados de la encuesta de la AAP muestran que los pediatras quieren más capacitación y apoyo para abordar la prevención de la violencia juvenil, sobre todo el acoso.
La AAP ha comenzado a responder a las necesidades de la profesión mediante la publicación de una declaración de política en 2009 para alentar a los pediatras a abordar la amenaza de la violencia juvenil, incluido el acoso, y asumir un papel activo en la prevención de la misma. La declaración de política proporciona recomendaciones claras para los pediatras para abordar el acoso dentro de los cuatro dominios: la práctica clínica, la defensa, la educación y la investigación. Meanwhile, Connected Kids: Safe, Strong, Secure, a program launched by the AAP in 2005, helps pediatricians integrate violence prevention strategies into routine child health care check-ups and visits. Bright Futures, which is led by the AAP and supported by HRSA’s Maternal and Child Health Bureau, Health Resources and Services Administration is another great resource which helps medical professionals address children's health needs in the context of family and community.
Espero el día en que las lesiones prevenibles en realidad sean prevenidas y ya no tenga que ver a estos niños ingresando a los departamentos de emergencias para recibir tratamiento nunca más. Juntos, podemos hacer que esto suceda.
Joseph L. Wright, MD, MPH, es el recién nombrado profesor y jefe de Pediatría de la Howard University College of Medicine en Washington, DC. Su puesto más reciente fue el de vicepresidente senior de asuntos comunitarios en el Centro Médico Nacional Infantil, donde estuvo a cargo del liderazgo estratégico para la misión de la promoción de la organización, las posiciones de las políticas públicas y las iniciativas de asociaciones de la comunidad. El Dr. Wright forma parte de la cohorte original de pediatras especializados en emergencias certificados por la junta en los Estados Unidos con intereses académicos que incluyen las prácticas de pediatría prehospitalaria, la prevención de la violencia juvenil y las necesidades de las comunidades marginadas. Se desempeñó como investigador principal del Centro de Recursos Nacionales para Servicios Médicos de Emergencia para Niños (CSEM, siglas en inglés) financiado por el gobierno federal, como primer Presidente del subcomité para la prevención de la violencia de la American Academy of Pediatrics y como un experto colaborador del taller de 2014 "Desarrollar las capacidades para reducir el acoso" del Instituto de Medicina.
- ¿Desea conocer más? Inscríbase en el webinar del 28 de julio sobre la función de los profesionales de la salud en la prevención del acoso.