No existe un factor único que ponga a un niño en riesgo de ser acosado o acosar a otros. El acoso puede ocurrir en cualquier lugar: en la ciudad, los suburbios o las áreas rurales. Según el entorno, algunos grupos, como los grupos de jóvenes lesbianas, homosexuales, transgénero o quienes cuestionan su identidad sexual (LGBTQ), los jóvenes con discapacidades y los jóvenes aislados socialmente pueden tener mayor riesgo de ser acosados. El estigama también puede difundir información falsa y dañina que puede conducir a un aumento de las tasas de acoso, hostigamiento y crímenes de odio contra ciertos grupos de personas.
Niños en riesgo de ser acosados
En general, los niños que son acosados tienen uno o más de los siguientes factores de riesgo:
- Son percibidos como diferentes del resto de sus compañeros, por ejemplo niños con sobrepeso o muy delgados, niños que usan gafas o ropa distinta, niños que son nuevos en la escuela o no pueden tener cosas que otros consideran "de moda".
- Son percibidos como débiles o incapaces de defenderse
- Están deprimidos, sienten ansiedad o tienen la autoestima baja
- Son menos populares que otros y tienen pocos amigos
- No se llevan bien con otros, son vistos como molestos o provocadores o antagonizan con otros para llamar la atención
No obstante, si un niño tiene estos factores de riesgo, no significa que será acosado.
Niños con mayor tendencia a acosar a otros
Existen dos clases de niños con mayor tendencia a acosar a otros:
- Algunos están bien conectados con sus compañeros, tienen poder social o están excesivamente preocupados por su popularidad y disfrutan dominar o liderar a otros.
- Otros se aíslan de sus compañeros o se sienten deprimidos o ansiosos, tienen baja autoestima, no participan en actividades escolares, sienten la presión de sus compañeros o no se identifican con las emociones o los sentimientos de otros.
Los niños que tienen estos factores también tienen mayor tendencia a acosar a otros:
- Son agresivos o se sienten frustrados con facilidad
- Reciben menos cuidado de parte de sus padres o tienen problemas en el hogar
- Piensan mal de los otros
- Tienen dificultades para respetar las reglas
- Ven la violencia como algo positivo
- Tienen amigos que acosan a otros
Recuerde, los niños que acosan a otros no necesariamente son más fuertes o más grandes que sus víctimas. El desequilibrio de poder tiene distintos orígenes (la popularidad, la fuerza, la capacidad cognitiva) y los niños que acosan a otros pueden tener más de una de estas características.
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