¿Cómo cree que reaccionaría una clase de escuela primaria si una compañera dejara de hablar de repente? Es posible que no sepan qué están presenciando, así que especulan y crean historias acerca de lo que está sucediendo. Quizá contrajo alguna enfermedad. Quizá se siente tan cansada que soñaba despierta. Para un niño o niña, las historias pueden ser con frecuencia peores que la realidad, especialmente si se trata de alguien que vive con una enfermedad crónica. Las miradas silenciosas pueden ser el resultado de una ausencia producto de su epilepsia.
La epilepsia es una enfermedad neurológica que causa convulsiones en el cerebro. Hay diferentes tipos de convulsiones, algunas son más evidentes porque afectan el movimiento y la coordinación. Pero otras no son evidentes. Una convulsión es el resultado de un pico de actividad eléctrica en el cerebro. Esto puede afectar la forma en la que el organismo y el cerebro responden y puede provocar que la persona actúe de manera diferente de como lo haría habitualmente. Las personas que viven con epilepsia toman medicamentos para controlar las convulsiones, pero los efectos secundarios como la somnolencia, subir de peso y la dificultad para concentrarse pueden afectar la autoestima y la calidad de vida. Tener una enfermedad crónica o grave puede ser difícil de controlar y puede desencadenar una depresión.
Cuando un niño o niña ve a un compañero en plena convulsión por su epilepsia, puede sentirse asustado porque no comprende qué es lo que ocurre. Los niños pueden intentar recurrir al humor para desviar sus temores, pero esto puede desembocar rápidamente en una situación de acoso con comentarios hirientes. Sabemos que en niños esencialmente sanos, el acoso puede afectar sus aptitudes sociales y amistades, su autoestima, y puede aumentar la incidencia de ansiedad y depresión. Y esto es incluso más grave para un niño que vive con epilepsia y que además sufre acoso.
Cualquier edad |
8 a 14 años |
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Ansiedad |
Oposicionalidad |
Depresión |
Mal humor |
Pesadillas |
No completar su tarea |
Somnolencia |
Pelear con sus hermanas y hermanos |
Agresión |
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Irritabilidad |
Hay estrategias que ayudan a prevenir el abuso de niños y jóvenes con epilepsia y otras enfermedades. Los padres pueden informar a los administradores y maestros de la escuela acerca de la afección y el tipo de convulsiones que puede sufrir un niño, además de sus efectos. Pueden elaborar un plan de acción para seguir en caso de que se produzca una convulsión. Incluir educación psicológica en la escuela puede ayudar a los niños a abordar preguntas que puedan tener sus compañeros.
Si los padres perciben que su hijo está más deprimido, de mal humor o inquieto, o si se muestra menos interesado en las actividades, todo esto pueden ser señales de advertencia de que el niño puede estar sufriendo acoso. Algunas preguntas pueden ayudarle a determinar qué es lo que está ocurriendo. Los padres también pueden solicitar la ayuda de sus pediatras u otro proveedor de atención médica para que hablen con su hijo acerca de estas cuestiones.
Cuando los niños se entienden y entienden lo que está ocurriendo con sus compañeros, hay mayor empatía. Incluso si un niño es diferente o padece una enfermedad, es menos probable que sufra acoso si otros niños entienden por qué podría tener otras necesidades.
La Dra. Tatiana Falcone es la directora del programa de subsidios "Enfoques estratégicos para mejorar el acceso a atención médica de calidad para niños y jóvenes con epilepsia" financiado por la Administración de Recursos y Servicios de Salud. Este proyecto está diseñado para mejorar la coordinación de la atención, aumentar el apoyo social, ofrecer capacitación y aumentar la participación comunitaria de adolescentes con epilepsia y sus familias. La Dr. Falcone ofrece algunas reflexiones más sobre la epilepsia y el acoso en este video.
Recursos adicionales
- Webinars de Cleveland Clinic para padres de niños con epilepsia
- CDC: Epilepsia
- CDC: Epilepsia en las escuelas
- CDC: Capacitación para responder a convulsiones para personal escolar
- ED: Derechos Civiles de Estudiantes con Discapacidades No Evidentes, de conformidad con la Sección 504 de la Ley de Rehabilitación de 1973