El acoso es un comportamiento agresivo no deseado, caracterizado por la repetición (es decir, es repetitivo o existe una alta probabilidad de que se repita) y un desequilibrio de poder observado o percibido (es decir, los jóvenes que acosan a otros tienen más poder físico y/o social que sus víctimas). The behavior is intentional and can result in harm or distress.
Past research suggests a dose-response relationship between bullying victimization and behavioral health outcomes.
We recently conducted a study
- Jóvenes acosados: la victimización continuada por acoso estaba asociada con mayores niveles de agresión y síntomas de internalización (p. ej., depresión, ansiedad) y menores niveles de autoestima y optimismo sobre el futuro.
- Youth who bully others: Cumulative bullying perpetration was significantly associated with increased levels of aggression, and decreased levels of future optimism.
- Los espectadores que ayudan a los jóvenes que acosan: el comportamiento negativo continuado como espectador (p. ej., reír ante el comportamiento del perpetrador, participar del acoso) estaba asociado con mayores síntomas de agresión e internalización, disminución de logros académicos y menor optimismo sobre el futuro.
- Los espectadores que ayudan a los jóvenes acosados: el comportamiento prosocial continuado como espectador (p. ej., enfrentarse directamente al perpetrador, pedir ayuda de un maestro) estaba relacionado con mayores niveles de depresión y ansiedad, como así también mejores logros académicos, autoestima y optimismo sobre el futuro. Esto podría significar que, si bien estos espectadores se sentían bien al ayudar, también les preocupaba ser las próximas víctimas del acoso.
Ser perpetrador, víctima o un espectador negativo del acoso es muy problemático para el bienestar de los alumnos. Para reducir las consecuencias negativas para todos los alumnos involucrados, es importante aumentar las iniciativas para la prevención y la disminución del acoso antes de que los efectos negativos se acumulen con el tiempo. Examples of prevention strategies and approaches based on the best available evidence can be found in CDC's Youth Violence Prevention Technical Package.